martes, 19 de marzo de 2013

¡FELIZ DÍA DEL PADRE!

Pá Hace ya 26 años que este día no significa nada para mi…

El 19 de marzo de 1986 fue el último día del padre que celebré.

Yo tenía 11 años y no recuerdo que le regalé… un bolígrafo, supongo. O un mechero o algo que hice en el colegio… mi padre no usaba corbatas más que en las bodas.

Ahora que lo pienso, seguro que un mechero no le regalé. Por esas fechas el cáncer ya se había instalado en su cuerpo y ya no fumaba.

Me gustaría poder decir que hicimos una fiesta y que todo son recuerdos imborrables, pero la verdad es que no hicimos nada especial (nunca lo hacíamos). Simplemente le dimos su regalo y nada más…

Cada año me acuerdo más de él y le echo más de menos. Este día, obviamente, me hace recordarle aún más si cabe y añorarle…

candle and rose

viernes, 8 de marzo de 2013

HACERSE VIEJO ES UNA MIERDA

12Sí, así como se lee. No digo hacerse mayor porque puede malinterpretarse y yo me refiero a eso, a hacerse viejo.

     Tengo un familiar enfermo. En general está bien, le da algún ataque que otro que lo lleva al hospital, pero bueno, lo va llevando.

     Y diréis ¿entonces? Bueno, su mayor problema es, precisamente, que es viejo… Y no quiere serlo, claro.

     Su enfermedad no es grave, si se cuidara. Es decir, solo tiene que tomar su medicación, comer adecuadamente y hacer algo de ejercicio…

     Pero hace un par de años le dio una trombosis y desde entonces tiene miedo a salir por si se cae y se rompe algo. Y pensaréis, con toda la razón del mundo, que eso se soluciona con un bastón… “¿Bastón? Eso es para viejos”, dice él. Vale, vamos con él y se coge a nuestro brazo… “Quita, coño. Que no soy un inútil”, responde. Así, lleva aproximadamente un año sin salir de casa…

     La medicación se la toma (casi toda), y la alimentación… digamos que come y punto.

     Su frase favorita es “Por qué Dios no me quita de este mundo”  o “Cualquier día me tiro por la ventana”. Sin embargo, tiene pánico a morirse, y aunque la mitad de la veces va a regañadientes, accede a ir al hospital cuando le da un ataque…

     Y todo eso es por que es viejo y no quiere serlo. Y le entiendo.

     Le recuerdo como era antes: presumido, pateándose media ciudad para ir de compras o para ir a ver a alguien, siempre ligero como si llegara tarde… le recuerdo siempre de buen humor, con un chiste en los labios o una copla. Un hombre que se quedó viudo, pero se apañaba en casa…

     Ahora… está en el hospital. Apagado, frágil, indefenso; y al tiempo enfadado porque no le permiten volver a casa, gruñendo por todo y peleando con todos…

     Y pienso en qué pasará por su cabeza. Si pensará en cómo era antes y en lo que la vida le ha convertido. En cómo ha pasado de ser un hombre orgulloso a estar sentado con un pañal y con sus hijos pendientes de él, cambiándole y limpiándole…

     Y eso me lleva al principio. Hacerse viejo es una mierda cuando tu cuerpo se rebela contra ti y ya no puedes valerte por ti mismo…

     Su mujer, cuando enfermó, lo que más temía era precisamente eso, quedase atrapada en una cama sin poder valerse… Murió de un infarto y no llegó a eso. Pero a él parece qué es lo que le aguarda porque, encima, es tan cabezón que no hace nada por evitarlo… no quiere caminar, no quiere comer… sólo quiere volver a casa y no se da cuenta de que con su actitud lo va a retrasar más y le va a acabar pasando factura, porque si no puede caminar (aunque sea lo justo para manejarse por su casa), a sus hijos no les quedará otra que ingresarlo en algún geriátrico, donde puedan darle los cuidados que precise…

     Y ahí si que no sobrevivirá…

     En conclusión amigos. Cuidaos lo máximo posible y cuidad de los vuestros. Por muy cabezones que se pongan, haced que se tomen sus medicamentos, se alimenten bien y caminen al menos una hora diaria… No evitaréis que envejezcan ni que ingresen alguna vez, pero al menos sentiréis que hacéis algo, ¡no?