lunes, 31 de diciembre de 2012

A PESAR DE TODO…

02-feliz-2013

PINÓN

PinónPinón nos dejó ayer. Estuvo unos 10 meses con nosotros. Fue el último en llegar a nuestra pequeña tribu y ayer decidió volar a un sitio mejor.

Por la mañana estaba bien. Como siempre al lado de su enamorada Kika.

Salimos a caminar y al volver, me puse a limpiarles la jaula y descubrí a la pequeña Kika vigilando el cuerpo inerte de Pinón.

Sé que era pequeño, pero me dio mucha pena verlo así. No sabemos qué le ocurrió, espero que al menos no sufriera…

A la pena se une un sentimiento de culpa, por no haberles prestado más atención y no darme cuenta si algo iba mal…

Ahora ya no importa, no tiene remedio, lo sé.

Quiero pensar que está en un lugar mejor, al otro lado del arco iris, con Pepa y Pepe, con Nani…

Adiós, pequeño. Vuela feliz.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

¡FELIZ NAVIDAD!… ¿O NO?

postales-navidad-p Queda apenas una semana para que comience, oficialmente (al menos para mí) la Navidad. Ello, si no sigues el calendario de los supermercados, hipermercados y el Corte Inglés…

Se acercan las fechas de encuentros (deseados o no) con familiares, las copiosas cenas de empresa y familiares, los buenos deseos y las felicitaciones…

Sin embargo este año, serán especialmente difíciles para muchos y aquellos que desean irse a dormir el día 21 o el 23 y no despertar hasta el 7 de enero, tendrán más razones que nunca para desearlo…

Mientras la tele nos atonta con anuncios de perfumes, juguetes, turrones, comidas carísimas y demás, hay gente que se muere de hambre… Y algunos diréis: Sí, claro, es triste, pero… están lejos y no les vamos a solucionar la vida privándonos nosotros de esas cosas…

Pero, amigos este año, esa gente con hambre, está en nuestro país, en nuestra ciudad, en nuestro barrio, en nuestro edificio… tal vez, nosotros estemos a punto de ser una de esas familias…

¿cómo disfrutar de unas fiestas familiares, cuando ni tú ni ningún miembro de la familia tiene trabajo ni perspectivas de tenerlo? ¿Cómo vas a pensar en comprar cordero, pavo, marisco, si, encima la pensión de tus mayores también se ve empequeñecida? ¿Cómo soportar a la odiosa gente de la tele junta alrededor de la mesa con comida que, tal vez, no puedas comprar ni siquiera para el día a día? ¿cómo tener alegría si sabes que en breve te quedarás sin casa? ¿Cómo festejar, si alguno de tus seres queridos se ha visto sobrepasado por la situación que estáis pasando y ha decidido tirar la toalla de la manera más trágica y definitiva?

Afortunadamente, yo no me veo en esa situación. Aunque no estoy libre de ella… con un trabajo precario y mal pagado y con una madre pensionista (que ni llega a los 1000 €), que este año próximo verá mermada su paga (¡Gracias Mariano!), un alquiler y otras facturas que pagar… no es que vayamos a pasar hambre, pero sí tendremos que apretarnos (mucho) el cinturón…

Pero aparte de estas cosas tan reales a la puerta de casa, se une el recuerdo de los que se fueron (mi padre, hermanos de mi madre) y familia de la que nos hemos distanciado (ya se sabe, todo el mundo tiene su vida y está demasiado ocupado hasta para hacer una llamada telefónica…). Y las nuestras son fiestas de dos (tres, contando a Óscar)…

Esto me ha hecho pensar en las navidades que celebrábamos cuando yo era pequeña.

Nos juntábamos nosotros, la hermana de mi padre y sus hijos, la hermana de mi madre que vivía aquí y su hijo… y lo pasábamos fenomenal. En otras ocasiones, en que mi tía materna se iba a Huelva, nosotros nos íbamos al pueblo de mi padre con su hermana y su familia y lo pasábamos igual de bien. Nosotros (mis primos y yo) éramos críos, que no teníamos preocupación alguna y disfrutábamos con ganas.

Pero hoy… ¿cuántos padres estarán penando, no ya por no poder comprar un juguete a sus hijos, si no por poder darles de comer mañana?

¿Feliz Navidad? Creo que ya solo para unos pocos, y eso porque no tienen conciencia alguna. Nos están dejando en la más miserable de las ruinas y se reunirán con sus familias comiendo a todo lujo mientras ven a los pobres que han creado, clamando por una justicia que ellos tienen el bolsillo y se reirán y ordenarán quitar la tele para que la gente fea que los llevo al poder no les estropeé el sabor del cordero y la langosta…

miércoles, 5 de diciembre de 2012

LA EXTRAÑA DE LA FAMILIA

TRAS EL CRISTAL DE MI VENTANAEn estos días he encontrado por Facebook, una página del pueblo de mi madre, donde viven casi todas sus hermanas y la mayoría de mis primos.
Pues bien, había fotos de una celebración, en la cual estaban algunos de mis primos y los hijos de estos, a los cuales sólo conozco de vista (menos a los que viven aquí y alguno que ha venido de visita) y gente del pueblo a la que desconozco por completo (quitando uno dos que viven aquí y van allí de vacaciones)…
El caso es que mientras miraba las fotos deseaba estar allí, porque lo estaban pasando muy bien…
Pero, de pronto, me di cuenta de que si estuviera allí, no lo pasaría tan bien. Me sentiría desplazada…
No me entendáis mal. No quiero decir que fueran a tratarme mal o me apartasen aposta, pero… hace unos 20 años que no los veo… así que, obviamente, soy una extraña para ellos… y ellos para mí.
Que sí, que somos familia y la sangre llama y todo eso… pero que queréis que os diga… para mi el roce hace el cariño y con gente que hace 20 años que no veo… roce ninguno y cariño… poco, la verdad.
Aquello es un pueblo pequeño, en el que todo el mundo se conoce y la mitad está emparentada con la otra mitad (o casi). O sea, que son una piña y lo mismo trabajan juntos que se reúnen y montan un sarao.
¿Cómo encaja ahí una tía (en mi caso) que  se ha criado en la otra punta del país y que, por mucho que mi madre mantenga acento y alguna costumbre de allá, tengo gustos diametralmente opuestos e intereses diferentes va a encajar en ese grupo?
Intentarían que encajase, por supuesto. Me meterían en medio de la gente y me la presentarían y tratarían de que no me faltara de nada y que estuviera cómoda, pero seguiría siendo la de fuera.
Por que, ¿de qué hablar cuando no sabes nada de la rutina del pueblo y ellos apenas saben nada de ti? Y no me vale el eterno tema de: “¿Cuándo te casas?”
En fin, que me hizo ilusión ver a mi familia en esas fotos, pero acabé sintiéndome como la mujer de la imagen… espiando la felicidad ajena, envidiándola un poco, pero al mismo tiempo sabiendo que, aunque estuviera metida en todo el fregado, sería sintiéndome una espía, una extraña…