En
enero de 2007, mis primos me llevaron a Candás.
Habían
hecho (ella) una promesa a S. Antonio y ello incluía que yo fuera a
ver al santo.
No
había estado nunca en Candás y me gustó mucho la iglesia a la que
me llevaron y el belén que estaba expuesto.
También
pude disfrutar de estas maravillosas vistas.
Lástima
de la penosa cámara que llevaba...
Ygerne