En
el paseo de Llaranes, hacia la mitad del recorrido, hay un pequeño
parque para descansar o tomar un tentempié.
Cuando
comenzamos a usar el paseo no había fuentes, ni baño y las
papeleras y bancos se podían contar con los dedos de una mano.
Ahora,
justo enfrente de la “casa” de la imagen, existe un baño, no
siempre en pleno funcionamiento, al que han instalado una fuente
exterior.
Ygerne