Ahora que vuelve la leyenda del lobo malo y, afortunadamente, hay cada vez más gente que, no solo cree, si no que sabe que la leyenda es eso, una leyenda, un cuento para asustar a los niños, no puedo evitar mostrar mi apoyo a este maravilloso animal que me ha fascinado desde niña.
Los animales son mucho mejores que nosotros. Matan para comer. Tienen unas normas y son justos en ellas. Se mueven por supervivencia, no por egos, ni dinero, ni negocios sucios.
No hay maldad en ellos.
Compararnos con ellos es insultarlos, cada día estoy más convencida de ello.
Así pues, pues por el lobo Marley, por la loba asesinada estos días, por todos los lobos del mundo que sufren la persecución del inhumano ser humano… mi pequeño homenaje y mi exigencia, mi grito: ¡Dejadles vivir en paz!
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