Hoy
iba a actualizar el blog... y lamentablemente lo he tenido que hacer
por que...
Hoy
se ha muerto un hombre.
Su
nombre no saldrá en televisión ni se harán crónicas de lo que ha
sido su vida ni cuán importante fue.
No
se subirán fotos suyas a las redes sociales con mensajes
conmovedores sobre lo que ha supuesto su muerte (salvo si es decisión
de sus hijos hacerle tal homenaje).
Era
un hombre bueno, reservado, callado. Como buen gallego, también le
gustaba la juerga, pero callada también, sin aspavientos. Era feliz
con su taza de vino blanco y jugando a cartas o parchís con sus
amigos, los parroquianos del bar o su mujer e hijos.
Cuando
bebía de más, se achispaba y se reía a lo zorruno, pero nunca
levantaba la voz ni se volvía violento ni armaba gresca.
Ese
hombre fue mi vecino durante veintipico años. Siempre fue amable y
atento, dispuesto a echar una mano.
Le
recuerdo ahora mismo con su taza de vino en la mano, sonriendo
viéndonos jugar a sus hijas y a mí. Riendo si conseguía hacer
rabiar a alguna de sus hijas...
Aunque
no sea famoso, ni su nombre salga en ningún titular, me consta que
mucha gente le llorará y le echará de menos.
Boa
viaxe, Moncho.
Que
la tierra te sea leve.
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