sábado, 16 de septiembre de 2017

FE

Esta vez no voy a colgar ninguna imagen...
Es algo que empecé a pensar esta mañana y sentí la necesidad de contarlo...


Hace un mes o dos, un vecino del barrio se ordenó sacerdote. No hay más misterio...
Lo que ocurre es que no puedo dejar de pensar en qué pasa por la cabeza de un chico de apenas 25 años que toma una decisión semejante...
Me diréis: es que tiene fe y por eso renuncia a todo.
Vale, y yo admiro esa fe. De veras que sí, y la envidio. Envidio esa fe tan inmensa en algo, sea el dios que sea, ese sistema de creencias tan férreo e inquebrantable (vamos a suponer que aparte de la fe, cumple con otros preceptos y no como algunos que sólo van a la iglesia a estrenar modelito y pegarse golpes en el pecho para, a la salida, ser el mayor hijo de la grandísma puta).
Pero no lo entiendo... se escapa a mis entendederas (cortas para algunos, supongo) que alguien tan joven renuncie a todo para ingresar en el sacerdocio...
Algunos me diréis ¿y los que dejan su vida y se van de cooperantes?
Pues no es lo mismo, amigos. Los que van de cooperantes, pueden salir, tener pareja, casarse, tener hijos... Los curas no, al menos de manera legal...
Los cooperantes pueden renunciar a parte de sus vidas, pero no a todo. Los curas sí.
Ya está, tenía que echarlo...

Gracias por vuestras visitas y vuestra paciencia infinita.
Ygerne
💋💋💋💋


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