Haciendo
el paseo de Llaranes a la inversa (o sea, empezando por Llaranes)
seguimos el curso de la ría desde su nacimiento.
Justo
al llegar al puente de San Sebastián nos encontramos con esta mini
cascada (¿se puede llamar así?) que, dependiendo de la marea es más
o menos caudalosa.
A
veces, se puede ver a los muiles remontarla, y no es raro ver a las
gaviotas tomándose un descanso ahí.
En
la actualidad, supongo que por la fuerza del agua, parte de las piedras
que forman el muro que veis al fondo se han caído...
Ygerne
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