Bueno chicos, pues llegó la Nochebuena y por una vez, cumplo mi promesa de volver a daros la lata…
Primero de todo, desearos que paséis una feliz noche en compañía de la gente que queréis.
Sé que corren tiempos duros y que cada vez somos menos los que podemos permitirnos una comida caliente y tener un techo sobre nosotros pero, de momento, no nos han quitado la capacidad de ilusionarnos y ser felices con los nuestros (aunque, caray, si no se están empeñando a fondo)…
En mi casa, este año, estaremos los tres solos: mi madre, nuestro Óscar y yo.
Ya os comenté que mis primos, con los que solemos cenar casi todas las navidades, este año trabajan y, además, está por encima la familia de ella… aunque en su defensa, tras el discurso que os solté el otro día, aparecieron por casa y pasaron un rato con nosotras…
En cualquier caso, me da igual. Estas fiestas no tienen significado para mí, hoy es un día como otro cualquiera…
Además, este año, que parece que todo se pone cuesta arriba, cuando ya estaba recuperada de mi dolor de espalda, pesqué la gripe. Y apenas saliendo de ésta, este fin de semana, el día de la lotería de navidad (o día de la salud), lo pasé durmiendo, exhausta tras estar media noche en el WC por culpa de una gripe estomacal…
Así que, como veis, he llegado con un gran espíritu navideño y muy preparada para las comilonas navideñas (léase con ironía).
Nuestro plan es: comida ligera acompañada de un Acuarius, cosecha 2013 y que en la tele pongan algo decente…
De todo corazón os deseo, mudos lectores, que tengáis una buena noche, no os pongáis malitos (si ya lo estáis, que os mejoréis), y que disfrutéis de la compañía de vuestros seres queridos…
No hay comentarios:
Publicar un comentario