Más bien los restos de un trozo de bizcocho bañado en chocolate…
Y sí, Óscar también merienda… a su manera…
Más bien los restos de un trozo de bizcocho bañado en chocolate…
Y sí, Óscar también merienda… a su manera…
Hay muchos carteles sobre la recogida de excrementos caninos, pero este me llamado especialmente la atención…
NO DEJES TU CONCIENCIA POR EL SUELO. Y alude a la evolución humana, a la inversa, para dejarnos claro lo que opinan de nosotros, dueños de animales, si no recogemos sus excrementos…
Me parece bien, pero… ¿Soy yo menos civilizada (en caso de abandonar las cacas de Óscar) que los jóvenes (y no tanto) que cada fin de semana llenan nuestras calles de meadas, basura, cristales, vómitos y demás? ¿En ese caso, la conciencia de estos no queda por el suelo? ¿No va por los subterráneos? Quiero decir, que lo mi perro hace no deja de ser una necesidad fisiológica, pero lo que tiran ellos a la calle no.
Claro que, olvidaba a los “señores” que sin ningún tipo de pudor salen de los bares, o de su casa, y se ponen a mear en medio de la calle, entre los contenedores… y a las mamás que ponen a los nenes a mear en la acera… ¿ellos sí están evolucionados? ¿Ellos no tienen ninguna obligación?
Y ya no menciono a los que se creen que la calle es su escupidera particular… ¿eso no es asqueroso? ¿eso no ofende pisarlo ni verlo?
En Salinas, había un cartel que venía a decir que recogieras los excrementos de tu perro, porque no eran cosa de los demás… Y digo yo, ¿por qué no una campaña que invite a los borrachuzos de fin de semana que recojan su mierda? Que ellos se emborrachen y llenen mi calle de cristales y vómitos no es cosa mía y no debería pagar con mis impuestos su recogida… Que vengan ellos o sus madres y la quiten con la misma alegría que la han tirado…
Que conste que yo recojo las cacas de mi perro en cualquier circunstancia, aún cuando el lugar está sembrado de las de otros perros. Y me parece muy bien que se potencie que los dueños de animales sean más limpios para que nadie tenga problemas.
Pero, por favor, no seamos falsos. Tan ofensivo es una caca de perro (y peligrosas, lo sé) como una vomitona o un escupitajo del tamaño de una moneda de un euro…
Queréis que yo sea civilizada, vale, pero sedlo vosotros también…
¿Qué coño os pasa a los conductores? ¿Por qué cojones os creéis que la carretera es vuestra?
Procuramos ir a caminar todos los días y, claro, para ello debemos cruzar un par de veces…
Donde hay semáforos no hay problema, pero en los pasos de cebra… esa es otra historia…
Dos veces he estado a punto de ser atropellada por sendos gilipollas (por no decir hijos de puta) que iban a excesiva velocidad… ¿qué pasa? ¿con el carnet os dan licencia para matar?
Han sido varios los atropellos en la zona de la que hablo y en otras, porque los señores conductores no pueden levantar el pie del acelerador y han preferido llevarse a alguien por delante (o casi) antes que frenar… o llevaban tanta velocidad que les ha resultado imposible y, o los esquivas o al hospital que vas (en el mejor de los casos)…
Todo ello sin mencionar el “maravilloso” caso de las carreteras sin arcén, donde los coches campan a sus anchas sin que les importe una mierda que tú, pobre peatón no tengas coche y tengas que ir andando a currar… Ahí se llevan la palma los cabrones que pasan lo más cerca posible de ti… y encima te insultan por “quitarles” espacio… Perdone usted, señor conductor, aún no he aprendido a levitar…
En fin, que parece que cuando les dan el carnet de conducir les quitan la humanidad, el respeto por los demás y la educación…
Atentamente,
una peatona acojonada…
P.D.: También hay buenos conductores, ¿vale? Lo sé y lo reconozco, al igual que reconozco que muchas veces los peatones hacemos burradas como pasar en rojo, cruzar por donde no debemos, etc.
Hace unos días violaron a una mujer en los baños de la estación de la Renfe, muy cerca de donde yo vivo…
La estación es un sitio que tiene cámaras de seguridad y un guardia (a todas luces insuficiente (hace años un… tipejo atacó a una chica y le sacó los ojos en otro punto de la misma estación)). Aún así la mujer fue atacada y nadie pudo impedirlo.
El violador (perdón, el presunto violador) ya ha sido detenido.
Esto me ha hecho reflexionar…
Yo trabajo en la limpieza. Como muchas de mis compañeras me levanto muy temprano y voy en autobús (cuando lo tengo) o caminando.
A los miedos de los demás, yo siempre digo que por donde no hay nadie, nadie puede hacerme daño y que prefiero caminar por una calle solitaria que por una abarrotada… Sí, definitivamente soy gilipollas…
Ahora, ante un suceso tan cercano a mi hogar, en plena civilización, me doy cuenta de los lugares por los que voy con total tranquilidad y un escalofrío me recorre la espalda…
Si una mujer es atacada en un lugar público, donde, se supone, hay mucha gente alrededor, ¿qué podría pasarme a mí cuando voy por esas carreteras solitarias? ¿qué podría sucederme a mí o a cualquiera de mis compañeras en un portal mientras lo limpiamos a primera hora, en una oficina vacía…?
Y me da miedo, claro. Porque es como si este suceso de pronto me hubiese hecho ver cuán vulnerables somos, a pesar de estar en lugares aparentemente seguros…
¿Qué habría pasado si el chico del otro día me hubiera seguido a casa y hubiese entrado tras de mí en el portal? ¿Podría haberme defendido? ¿Alguien me habría ayudado?
“Me gusta tu pelo”. Con esta frase me asaltó hoy un chico…
Tenía ganas, porque a pesar de que lo despaché poniendo como excusa a mi marido inexistente , quería mi teléfono y algo más…
Hay tíos así, que asaltan a tías y, si cuela, pues eso que se llevan…
Lo que me hace gracia del asunto es que estaba empeñado en alabar mi pelo… y tiene gracia porque me hace falta un corte y, sobre todo, teñirme… tengo el pelo tricolor entre mi color natural, las canas (sí amigos, ya peino canas) y el tinte que ya se decolorado varios tonos…
Que le gusta mi pelo… que guasa tiene el tío…
Por otro lado, pues tan bien te halagan y te ponen el ego por las nubes… resultas atractiva, aunque sea solo para un polvo…
Vale, yo le di largas, pero es que no todo el mundo va por ahí más salido que un mandril, digo yo… Y que eran las ocho y media de la mañana y andaba currando… no había ganas
Si es que lo que no me pase a mí…