Hace unos días violaron a una mujer en los baños de la estación de la Renfe, muy cerca de donde yo vivo…
La estación es un sitio que tiene cámaras de seguridad y un guardia (a todas luces insuficiente (hace años un… tipejo atacó a una chica y le sacó los ojos en otro punto de la misma estación)). Aún así la mujer fue atacada y nadie pudo impedirlo.
El violador (perdón, el presunto violador) ya ha sido detenido.
Esto me ha hecho reflexionar…
Yo trabajo en la limpieza. Como muchas de mis compañeras me levanto muy temprano y voy en autobús (cuando lo tengo) o caminando.
A los miedos de los demás, yo siempre digo que por donde no hay nadie, nadie puede hacerme daño y que prefiero caminar por una calle solitaria que por una abarrotada… Sí, definitivamente soy gilipollas…
Ahora, ante un suceso tan cercano a mi hogar, en plena civilización, me doy cuenta de los lugares por los que voy con total tranquilidad y un escalofrío me recorre la espalda…
Si una mujer es atacada en un lugar público, donde, se supone, hay mucha gente alrededor, ¿qué podría pasarme a mí cuando voy por esas carreteras solitarias? ¿qué podría sucederme a mí o a cualquiera de mis compañeras en un portal mientras lo limpiamos a primera hora, en una oficina vacía…?
Y me da miedo, claro. Porque es como si este suceso de pronto me hubiese hecho ver cuán vulnerables somos, a pesar de estar en lugares aparentemente seguros…
¿Qué habría pasado si el chico del otro día me hubiera seguido a casa y hubiese entrado tras de mí en el portal? ¿Podría haberme defendido? ¿Alguien me habría ayudado?
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