Este es Óscar. Llegó a casa apenas una semana después de morir Nani.
Podéis llamarme lo que queráis, pero la verdad es que había una tristeza en casa, un sentir la presencia de nuestra pequeña que se nos hacía insoportable…
Y entonces llegó él, con su alegría, su curiosidad, su vitalidad y todo cambió.
Siempre digo que no vino a ocupar el lugar de Nani, eso no lo hará ningún otro animal, pero sí desplazó la tristeza y nos hizo empezar a pensar en ella sin echarnos a llorar…
Como decía ayer, apenas hay día que no recordemos a Nani, pero Óscar es el presente y, aunque a veces nos saca de quicio es la alegría de la huerta (el modelo Obi-Wan Kenobi es un look que adopta cada vez que se pasa por debajo de la cortina).
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